El todo es menor que la suma de las partes
Domingo 26 de octubre, 17:08
Un grupo de veteranos con diferente grado de dificultad para caminar, acompañados de dos enfermeras, intenta atravesar la rambla llegando por calle Maciel. Decido discretamente filmar el intento; sé que no les resultará fácil. Dudan un poco y eligen una de las veredas para cruzar, miran a los autos que vienen hacia el oeste y esperan. Los autos vienen rápido. Miran también los autos que vienen detrás de ellos por Maciel, ansiosos; los autos tampoco tienen claro cuándo podrán cruzar.
Finalmente el grupo se anima y camina rápido hasta el cantero del medio. No tienen espacio para pararse en el cantero, que es angosto; hacen lo que pueden y ahora miran los autos que vienen desde el oeste, definitivamente a más de 60, y también tienen que mirar para atrás, a los autos que se amontonan para salir de la Ciudad Vieja por Maciel. Por allá se apuran de nuevo; las enfermeras apuran a los más lentos. Llegan a la vereda, medio que se ríen, festejan. “Lo logramos”, creo que dice alguna. “Estamos todos vivos”, dice el otro. Se sientan agitados a disfrutar el sol, orgullosos: lograron una proeza.
¿Dónde tendrían que haber cruzado los viejos si quisieran hacerlo tranquilos, sin peligro ni apuros? ¿Dónde deberían cruzar los turistas que siempre intentan hacer las cosas bien cuando bajan por Pérez Castellanos? No hay dónde: los semáforos más cercanos están en la escollera hacia un lado y en Ciudadela hacia el otro.
Ahora que tengo el video, decido hacer algo. Me acuerdo del Buzón Ciudadano de la Intendencia, busco la página. Porque sé que no es un tema fácil y hay varios intereses en juego, intento que la redacción sea lo más abierta posible; ChatGPT me ayuda.
En la intersección de Maciel y la Rambla Sur se produce una situación de tránsito muy peligrosa: los vehículos circulan a velocidades muy superiores al límite permitido de 60 km/h, usando la rambla como una autopista en ambos sentidos. Además, los autos que intentan incorporarse desde Maciel empeoran el problema, ya que deben quedar detenidos en el medio de la calzada esperando una oportunidad para ingresar, generando bocinazos constantes y maniobras riesgosas. La situación es especialmente difícil para personas mayores o con movilidad reducida, que deben esperar en un cantero angosto, sin espacio ni protección, mientras los semáforos más cercanos están demasiado lejos. Incluso los turistas suelen quedar varios minutos sin saber cómo cruzar de forma segura. Se solicita que la Intendencia evalúe medidas urgentes de seguridad vial en el punto, como reducción de velocidad, señalización, radar y cruces peatonales adecuados.
Mando el reclamo, llega un mail: su solicitud ha sido ingresada con éxito con el número 17102–2025. No tengo demasiada expectativa; sigo con mi vida.
Miércoles 29 de octubre, 9:44
Suena el teléfono. Atiendo asustado, como siempre, con los números desconocidos: es la Intendencia, es por mi reclamo. Qué servicio, pienso, y qué rápido. Me dice que lo recibieron, pero que para derivarlo al área correspondiente necesita saber cuál es mi sugerencia. Le digo que no sé, que no soy especialista en tránsito, pero que allí hay un problema. Me dice que necesita poner algo. Y ahí vamos y venimos, y le digo: “Bueno, poné semáforo, pero poné también que podría ser otra cosa, como una zebra, una lomada”. “Bueno, ponemos semáforo”, me dice. “Bueno, poné lo que quieras, qué sé yo.” Buenos días, buenos días, muy amable, gracias.
Me quedo pensando que quien reciba esto me va a putear con un “todos creen que saben dónde tiene que ir un semáforo”, y tendría razón. Pero bueno, había que poner algo. Me olvido del tema.
Martes 11 de noviembre, 14:21
Llega mail: se creó el expediente Nº 2025–5231–98–004123, el cual se envió al Departamento de Movilidad. Excelente servicio, pienso. Me alegra confirmar que estos canales funcionan. Sigo escéptico de una solución, pero tener respuesta siempre es bueno.
Lunes 24 de noviembre, 9:21
Suena el teléfono otra vez. Es la Intendencia. Ahora medio que me entusiasmo, capaz hay una respuesta de Movilidad, y la hay: Los semáforos de la Rambla Sur son potestad del Ministerio de Transporte, que si quiero el teléfono para comunicarme con ellos. Le digo que sí, que lo quiero, pero intento recordarle que mi reclamo también hablaba de límites de velocidad no respetados, que supongo que eso no le corresponde al Ministerio. Me dice, muy amable, que sí, claro, pero que el reclamo es por un semáforo y que debo comunicarme allí. Buenos días, buenos días, gracias, hasta luego.
Lunes 24 de noviembre, 14:51
Acá estoy, valorando sinceramente que en menos de un mes tuve varias interacciones muy buenas con la Intendencia por un reclamo, de los miles que deben recibir por semana. Pienso en el proceso burocrático y razono que cada funcionario debe haber hecho su parte muy bien: se crearon expedientes, se cerraron. Mi reclamo en particular será un punto orgulloso de alguna gráfica de métricas de productividad del año 2025. Cada una de las partes funcionó: un lujo.
Mientras tanto, en algún residencial de la Ciudad Vieja, los veteranos entrenan con dedicación para un nuevo desafío: cruzar la rambla el domingo que viene.